El recorrido de la Quebrantahuesos es más parecido a una etapa del Tour que a una marcha ciclista. Más de 200 kilómetros con tres puertos pirenaicos, el Somport, la Marie Blanque y el Portalet. El desnivel positivo es de 3500 metros.Yo participé en la edición 2018 y os voy a contar cómo preparar la Quebrantahuesos con poco tiempo, así como mi opinión y valoración sobre la experiencia de mi participación en 2018.

Mi plan de entrenamiento para preparar la QH con poco tiempo

Empecemos por la preparación. Debo decir que sigo una preparación basada en sensaciones y que dispongo de muy poco tiempo para la bici. Aun así, con ciertos sacrificios conseguí mantener una rutina de entrenamiento de 4 días por semana. Eso sí, dos de los días  mi plan consistía en una hora de rodillo. Por lo que el entrenamiento de verdad llegaba los fines de semana. Empecé con la rutina en enero y la mantuve hasta junio. De esa forma llegué a la Marcha con algo menos de 2000 kilómetros, seguramente muy por debajo de la media. Pero resultó suficiente para acabar y para tener buenas sensaciones durante la Marcha.

¿Cómo conseguí acabarla con tan poco entrenamiento?

La clave fueron los entrenamientos de fondo, a partir de marzo empecé a subir de los 120 kilómetros y a introducir grandes fondos de 140 y 160.  Esta fue mi forma de prepararla con poco tiempo.  Si el fondo lo hacía un sábado, el domingo me limitaba a soltar piernas durante dos horas para mejorar la recuperación. Si el fondo lo hacía el domingo, el sábado tampoco hacía más de dos horas. Y así, subiendo progresivamente los kilómetros e introduciendo puertos en esas salidas largas conseguí mejorar mi fondo. En ningún momento superé los 160 kilómetros. Pensé que llegaría corto de preparación y que lo pagaría con una gran pájara, pero resultó ser suficiente para acabarla en la franja de las 8 horas.

Estrategia defensiva cuando preparas la QH con poco tiempo

En el cumplimiento del objetivo de acabar la Quebrantahuesos debes ser sincero contigo mismo y marcarte un objetivo realista. Y un objetivo realista necesita de una estrategia de carrera acorde con ese objetivo. En mi caso, yendo corto de preparación, mi clave fue  hacer una salida muy lenta y aumentar el ritmo progresivamente. Una estrategia defensiva condicionada por la necesidad de prepararla con poco tiempo, como me ocurrió a mi.

Así afronté la primera parte del recorrido. Primero manteniéndome a rueda de varios pelotones hasta  la llegada del Somport. Y, cuando llegó el Somport, subiéndolo  muy ligero de desarrollo y muy por debajo de mis posibilidades. Tanto fue así que coroné prácticamente sin sufrir.

La bajada tras el Somport es larguísima y rapidísima. Las carreteras están completamente cortadas y es una gozada poder cerrarse en las curvas a izquierda sabiendo que no hay coches. El cuerpo se recupera rápidamente antes de afrontar la subida, en mi opinión, más dura, la Marie Blanque.

El puerto empieza duro y termina más duro todavía, con pendientes mantenidas superiores al 10% desde el kilómetro 6 al 10. Mi estrategia fue seguir tranquilo y forzando lo estrictamente necesario, subiendo sentado todo lo que podía. Me seguía sintiendo bien y decidí empezar a apretar en la segunda parte del puerto, precisamente la más dura. Eso sí,  sin dejarme todo, que seguía quedando mucha tela por cortar.

Tras la bajada de la Marie Blanque me encontré en  terreno de nadie y sin pelotón al que acoplarme antes de la llegada al Portalet. Un puerto de 28 kilómetros! Sí, habéis leído bien, 28. Si bien hay muchos kilómetros con pendientes mínimas del 2%, la pendiente va en aumento. Desde el kilómetro 22 no baja del 6%. Te vas adentrando poco a un poco en un paisaje espectacular. Tu propio estado, físico y emocional, marca  el ritmo. Yo fui hablando conmigo mismo porque se me hizo eterno y de esa forma mantuve la motivación. Conforme vas llegando arriba eres consciente de que lo más difícil está a punto de acabar.

En mi caso, dada mi salida lenta, en el Portalet fue cuando llegó mi mejor momento. La reserva de fuerzas tuvo recompensa en esta subida y pude encontrar un ritmo muy bueno. El  momento de llegar arriba fue espectacular, piel de gallina después de más de una hora de subida y a bajar! Una bajada espectacular y rapidísima por la anchura y la pendiente.

Tras la bajada me metí en un buen grupo pero ya con las fuerzas justas y atisbos de calambre en varios músculos de las piernas. Temía la llegada de la última dificultad, Hoz de Jaca, un puerto de tercera. No se si por inercia, mentalidad o que el puerto fue menos duro de lo que pensaba, volví a encontrarme bien. Tras la bajada de Hoz de Jaca llegaba el momento de no perder posiciones. Y así lo hice dejándome llevar por varios grupos.

La llegada a Sabiñánigo fue emocionalmente apoteósica, más de 200 kilómetros en poco más de 8 horas. Con mi escaso entrenamiento, mis más de 40 años y siendo un debutante, era para estar muy contento.

La QH te hará recordar por qué te gusta el ciclismo

La experiencia merece la pena, la organización es buena y se nota que llevan haciéndolo años. Si quieres sentirte por un fin de semana como un profesional, la Quebrantahuesos es la Marcha que te hará recordar por qué te gusta el ciclismo. Aunque tengas que prepararla con poco tiempo, cómo me pasó a mi. Dicho esto, también hay varios factores que debes tener en cuenta si piensas correrla:

• Logística: la Marcha es en sábado y lo normal si vives fuera es tener que pedirte un día libre en el trabajo, al menos el viernes, para poder viajar y preparar todo lo que requiere una Marcha de estas características.
• Dinero. No es una experiencia barata. La inscripción ya cuesta 75 euros, más 12 de licencia si no tienes. Cantidad a la que se suman 4 euros por participar en el sorteo previo. Si no te toca el sorteo, esos 4 euros no se devuelven, algo que no me parece muy ético la verdad. Los precios por pasar la noche en Sabiñánigo y alrededores tampoco son precisamente baratos. A eso súmale el dinero de la gasolina y las comidas. En definitiva, un buen mordisco a tu presupuesto.
• Tiempos. Si no duermes en el mismo Sabiñánigo cuenta con pasar por varios atascos mucho más densos de lo que te puedas imaginar. Son miles de participantes concentrados en el mismo lugar durante todo el fin de semana que vamos a los mismos sitios a la misma hora. De hecho mis compañeros del club Madroño y yo llegamos a la salida un poquito  justos y nerviosos.

acabar dignamente la qh con una preparación corta es posible

La Quebrantahuesos se ha convertido en la Marcha referente de nuestro cicloturismo por algo. Está bien organizada, el recorrido es espectacular, la afición te anima como si fuera el Tour…. en definitiva, las sensaciones que viví en la Marcha fueron irrepetibles. En mi caso, siempre quedará el reto de haberlo conseguido con una preparación tan corta Prepararla con poco tiempo fue posible!! Y quedé muy contento con mi participación.

Dicho esto, ¿repetiría? Pues,  vivida la experiencia, en principio no. El gasto es alto y hay otras marchas menos masivas donde también puedes vivir experiencias inolvidables, como la Marcha Perico Delgado.  Si te decides a participar en la Quebranta mi recomendación es que lo hagas en grupo para completar la propia experiencia de la Marcha con la vivencia del grupo.

Para terminar, quiero dejar claro que la Quebranta  se debe preparar con más tiempo y más kilómetros. Es lo ideal. Pero la realidad y las circunstancias se imponen. De ahí la recomendación de este post para los ciclistas que quieran vivir la experiencia y no lo puedan hacer de otra forma. Posible es, ya lo habéis visto.

Si has participado en la Quebrantahuesos y quieres  contar tu experiencia, deja tu comentario!