Tour: balance tras dos semanas. Del póquer de favoritos al dúo Froome-Quintana

Tras dos semanas de carrera se han confirmado los pronósticos que daban cuatro favoritos: Froome, Quintana, Contador y Nibali, ya que tres de ellos están entre los cinco primeros. La etapa más decisiva fue la primera de montaña de los Pirineos. Froome aprovechó su superioridad para atacar con todas sus fuerzas y destrozar el Tour, al más puro estilo Armstrong, casi sentenciando la carrera a las primeras de cambio. Antes de ese día he de decir que a la organización del Tour le salió bien su primera semana de carrera, en la que a pesar de las caídas y el pavés todos los favoritos aguantaron en carrera para llegar igualados en la montaña. La ausencia de contrarreloj también contribuyó a esa igualdad, especialmente beneficiosa para Nairo Quintana, que limitó su pérdida de tiempo a un día de abanicos.
Pero Froome no necesitó de contrarreloj para dar la gran campanada en La Pierre Saint Martin. Se unieron factores como que era el primer día de montaña, que era una etapa precedida de una jornada de descanso, y que Froome estuvo muy por encima de sus rivales. Una vez más su ataque me recordó a los de Armstrong en la forma y en el contenido. En la forma porque Froome ataca con el molinillo, dando pedaladas a diestro y siniestro como si el sufrimiento le fuera ajeno. Y en el contenido porque, como Armstrong, solo necesita un día para destrozar el Tour y ponerlo su merced. Esas similitudes de Armstrong y Froome han sido utilizados por muchos para hacer comparaciones odiosas sobre un posible dopaje del británico. En este sentido, diré que creo que el ciclismo actual goza de buena salud y que en nada se parece al que se vivió en la época de Armstrong. El pasaporte biológico está funcionando y no creo que alguien como Froome se arriesgue a doparse. Tampoco me creo el vídeo del Tour 2013 en el que supuestamente sus valores cardiacos reflejaban que podría llevar un motor eléctrico.  Cualquier hacker pudo hacerse con el vídeo y después manipular los datos.  Lo que ocurre es que Armstrong le hizo mucho daño a este deporte. Mucha gente a la que engañó entonces ya no se cree ni creerá en el ciclismo. Y ahora cualquier excusa es buena para que los que se han sentido engañados por este deporte saquen su artillería contra el que gana.
Volviendo a la carrera, Froome tiene en sus manos el Tour. Es el favorito número uno aunque hay dos rayos de esperanza. Por un lado, él mismo, que parece ir poco a poco a menos. Y, por otro, Nairo, su principal rival, que parece ir poco a poco a más. Añadiría, además, un tercer componente que puede ir en contra del británico, que es el diseño del recorrido: de las cuatro etapas de alta montaña de los Alpes dos acaban en el alto, pero las otras dos acaban después de bajar puertos como el col de Allos (miércoles) o el del Glandon (jueves). Froome baja bien pero cuando se ataca bajando el que más puede perder es siempre el que va de líder, ya que en este Tour el resto de favoritos parten con todo perdido en esta tercera semana, lo que les puede invitar a arriesgar.
Sobre Froome he de decir ademaś que, si bien está siendo el más fuerte, sigue sin gustarme cómo corre. Sale a todos los ataques incluso a los de corredores que van en la general a muchos minutos, como Gallopin. Hasta ahora se ha mostrado tan fuerte que parece aguantarlo todo pero esa forma de correr le puede pasar factura en el momento más inesperado.
quintana froome

Nairo Quintana era para  mi el favorito número uno cuando empezó el Tour. Sus condiciones para la escalada en uno de los Tours más montañosos que he visto, su preparación metódica, la ausencia de contrarrelojes largas eran factores que para mi le aupaban a esa condición de favorito. No perdió tiempo el día del pavés pero falló en su propio terreno el primer día de montaña. Perdió demasiado tiempo y ahora tiene cinco etapas para recuperar más de tres minutos. La situación no es la ideal para ganar el Tour pero, como decía antes, sí que se está viendo una mejoría progresiva de su estado de forma en comparación con la de Froome. Nunca ha sido capaz de soltar realmente al británico pero sí se ve capaz de atacarle y de ponerle en ciertas dificultades. Tal y como lo estoy viendo, en esta tercera semana me inclinaría por pensar que no va a ser capaz de ganar el Tour porque no veo a Froome perdiendo tres minutos ni en un solo día ni poco a poco. Además, Nairo no cuenta con grandes escuderos como Froome. Richie Porte, por ejemplo, tiene muy claro su papel y siempre aparece en la alta montaña para defender a su jefe de filas. En el Movistar, sin embargo, Valverde está luchando la tercera plaza en un pique incomprensible con Contador. A Valverde se le ve muy motivado para subirse al podio y no le veo trabajando de verdad para el colombiano.
Contador es un campeón, diría que el único capaz de hacer algo diferente, por estrategia, por visión de carrera y por experiencia. Pero no está al 100%, arrastra el cansancio del Giro y es muy difícil que de una sorpresa. En la Vuelta que le arrebató a Purito en la mítica etapa de Fuente Dé tenía enfrente a un rival como Purito, que, siendo grande, no se puede comparar al Froome del Tour. Sus opciones, en mi opinión, pasan por luchar la tercera plaza con Valverde y tratar de subirse al podio de París, aunque él diga que un podio a estas alturas de su carrera ya no le vale.
Sobre Nibali diré que está siendo para mi la gran decepción del Tour, su actuación está ensombreciendo el Tour que ganó, que achaco a las ausencias de Froome y Contador por sus respectivas caídas. En el Tour del año pasado Nibali habría merecido subirse al podio. Pero en este Tour ni siquiera está a esa altura. Se tendrá que conformar, como mucho, en atacar bajando en las dos etapas alpinas que terminan tras sendas bajadas, pero para eso tendrá que subir con los primeros y eso, visto lo visto hasta ahora, será complicado.
Más allá del póquer de favoritos:
Van Garderen. El norteamericano del BMC aspira a la tercera plaza pero en principio veo mejor a Contador y a Valverde que a Van Garderen, que en los puertos duros ha demostrado encontrarse un escalón por debajo de los españoles.
Valverde. Jalabert ha dicho que si Valverde en 2013 hubiera estado en el estado de forma de este año habría podido incluso ganar el Tour. Efectivamente, Valverde venía a trabajar para Nairo y esa relajación le está dando ese punto de regularidad que otras veces no ha tenido. Su fatídico día malo de momento no lo ha tenido y tampoco creo que lo tenga en los días que faltan. Puede subirse al podio y el dúo que forma con Quintana debería saber jugarlo para atacar a Froome con la ventaja que da el tener a dos corredores del mismo equipo con opciones a la general. Del Movistar depende jugarse la baza de Valverde a un todo o nada. En el ciclismo de hace unas décadas sería obligado, en el actual es difícil que veamos una ataque a la desesperada pero desde luego deberían valorar esa opción en el Movistar por el espectáculo que podría suponer para el ciclismo, aun arriesgando el podio de Valverde.
Bardet y Pinot. Los franceses hicieron el recorrido para ellos pero ninguno de los dos ha demostrado poder estar en el podio. El año pasado, en un Tour sin Contador y Froome, fue más fácil para ellos dejarse ver en la montaña, pero en este Tour hay más calidad  y solo están pudiendo luchar por ganar alguna etapa. La rivalidad entre ambos incluso les deparó que el británico Cummings les arrebatara una etapa que hubieran ganado alguno de los dos si hubieran colaborado entre ambos.
Mi apuesta realista y deseada
Mi apuesta más realista es la que da como ganador a Froome. Creo que Quintana le atacará pero será muy difícil que le suelte y mucho más difícil que le saque tres minutos. Quintana, eso sí, repetirá el segundo puesto que ya consiguiera en 2013. Para el tercer puesto mi apuesta es Valverde. En un ciclismo conservador como el actual creo Movistar jugará sus bazas más para que Valverde consiga el podio que para lanzar un órdago a calzón quitado contra Froome que suponga asumir riesgos. La tercera plaza creo que se decidirá entre Valverde y Contador por muy pocos segundos.
La apuesta deseada es la que supondría un ataque fulgurante del Movistar, empezando por Valverde desde lejos para desgastar al Sky y dejar sin ayuda a Froome para que Quintana hiciera el trabajo final y pudiera sacar el tiempo que necesita para derrotar al británico. Una empresa difícil pero deseada por dos principales razones: 1) por el espectáculo que supondría para el ciclismo volver a presenciar una etapa mítica donde pasara algo inesperado. 2) Porque no me gusta cómo corre Froome, como he dicho anteriormente, y prefiero una victoria para un escalador puro como Nairo, que, posiblemente, no vuelva a tener un recorrido tan apropiado a sus condiciones. En ese podio deseado estarían, por tanto, Quintana en primer lugar, Froome en segundo y Contador en tercero porque Valverde habría perdido sus opciones en ese ataque furibundo.
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