10 razones por las que las bicis no deben pagar impuesto de vehículos

En este blog de ciclismo vamos a analizar por qué las bicis no pagan, ni deben pagar, el impuesto de vehículos de tracción mecánica. Para ello vamos a dar 10 razones principales, aunque por haber habría muchísimas más, por las que este impuesto nunca debería llegar a las bicis. Para que lo podáis utilizar en forma de argumentos ante los conductores desaprensivos que quieren vernos fuera de la carretera a toda costa:
1.- El impuesto es de vehículos de tracción mecánica, no animal ni humana
Por obvio que parezca, el impuesto es para vehículos propulsados mecánicamente y con una potencia determinada, una bici ni es mecánica ni tiene potencia, salvo que nos hicieran una prueba de esfuerzo a cada uno y vieran cuándo watios somos capaces de mover. En ese caso, sería un impuesto en función de nuestra forma física. ¿Ridículo verdad? Y todo ello para pagar, cuánto, ¿tres euros al año? Porque los ciclomotores en Madrid pagan 8 euros actualmente y la cifra de una bici tendría que ser inferior. En todo caso, el impuesto tendría incluso que cambiar de nombre, ya que no podría ser de tracción mecánica. O tendrían que inventarse un impuesto específico con un nuevo nombre para las bicis.

2.- Rentabilidad para los ayuntamientos
Estamos hablando de que los ciclomotores pagan 8 euros y que, por tanto, las bicis, si alguien decide imponer un impuesto, tendrían que pagar una cifra inferior a esos 8 euros. Ahora empezamos a analizar si eso sería rentable para los ayuntamientos: tiempo de los funcionarios, cartas recaudatorias, puesta en marcha de la ley, infraestructura para el control de la venta de bicis, etc. Desde luego, como el pago sería simbólico, con toda esa parafernalia el impuesto solo serviría para que el Ayuntamiento de turno acabara perdiendo dinero
3.- Sector del ciclismo en auge
El sector de la venta de bicis lleva dos años disparado. Se venden más bicis que coches, algo que solo ha pasado en los últimos dos años, con el dinero en impuestos que eso supone en recaudación de IVA o de IRPF de empleados dedicados al  sector cilista. Poner un impuesto, por barato que sea, sería un freno al sector. Y, tal y como están los tiempos, no creo que ni Ayuntamientos ni ciudadanos nos merezcamos que se le de una patada a uno de los pocos sectores que se está sabiendo defender en tiempos de crisis. Nadie se plantea, por ejemplo, frenar al sector del turismo.
4.- Contaminación
Según un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente publicado, entre otros, por la web Consumer, la contaminación supone un coste por ciudadano europeo de entre 200 y 330 euros por año. Los coches, motos, camiones y demás vehículos de tracción mecánica contribuyen a ese coste y deben pagarlo mediante el impuesto que ya pagan. Pero justo las bicis, que no contaminan, no pueden cargar con un coste que desde luego no les corresponde.
5.- Exceso de vehículos en los grandes centros urbanos
Entrar en los centros urbanos con el coche en los últimos años se está convirtiendo en un ejercicio acrobático que suele acabar en atasco o en una pérdida de tiempo más allá de lo que dictan las normas del sentido común. El espacio que ocupa un coche no lo ocupa una bici y si la mayoría fuéramos en bici al centro se podría entrar sin ningún problema.
Aprovecho para incluir una foto de una acción de concienciación que se llevó a cabo en Lituania para hacer visible lo que supondría que las personas que van en bici se cambiaran al coche. En ese caso, el caos aumentaría y muchos de los conductores que ahora se quejan de nuestra presencia nos rogarían que volviéramos a nuestras monturas de dos ruedas para evitarse kilómetros de atascos.
carcasa bici

6.- Los ciclistas también ganan en salud y ahorran costes sanitarios
Un estudio de la London School of Economics publicado por Marca cuantifica el beneficio económico que cada ciclista consigue por el hecho de usar la bicicleta. El montante asciende a un estimado de 276 euros de ahorro para la sociedad por cada ciclista por los costes sanitarios, medioambientales y de producción laboral que supone el uso de la bici.
Tanto es así que en Francia están estudiando pagar a los ciclistas que vayan en bici a su trabajo. El Gobierno francés ha estimado un ahorro sanitario anual de 570 millones de euros, según publica www.motorpasionfuturo.com, y está estudiando premiar a cada ciclista con 21 céntimos por kilómetro recorrido. El plan está muy avanzado y el pago lo realizaría cada empresa, que recibiría después la subvención del Estado.
7.-Serían necesarias menos infraestructuras
Siguiendo por la vía de los costes, las bicis no necesitan las infraestructuras de las actuales ciudades, con calles de tres carriles, aparcamientos, etc, por tanto, no tienen por qué sufragar el gasto que necesitan los conductores de vehículos que sí necesitan esas infraestructuras.
8.-La contaminación también causa cáncer de pulmón
La revista científica The Lancet Oncology ha publicado recientemente un estudio en el que demuestra que no solo el tabaco se encuentra detrás de los casos de cáncer de pulmón. La contaminación atmosférica también es un motivo directo de esta grave enfermedad. Hasta ahora nos hemos centrado en los motivos económicos, ya que el eje de este post es explicar por qué el ciclista no debe pagar ese impuesto, pero la salud sería el principal motivo por el que no deberíamos querer exponernos al riesgo de padecer una enfermedad grave que pude conducir incluso a la muerte.El riesgo de padecer esta enfermedad se incrementa un 18% por cada aumento de 5 microgramos por metro cúbico de sustancias contaminantes. Por tanto, cada microgramo cuenta y no solo los ciclistas contribuyen a su propia salud sino a la salud de los demás.
9.-Coste de los carriles bici
Muchos argumentan que hacer carriles bici también tiene un coste. Y, efectivamente, lo tiene, como las aceras, los parques, las carreteras, el mantenimiento de la limpieza de la ciudad. Para eso todos pagamos impuestos vía IVA, IRPF y demás impuestos que ya pagamos todos. Es decir, si una persona no tiene hijos también podría decir que por qué debe pagar los impuestos de un parque infantil. Además, debo añadir que la mayoría de los carriles bici, como es el caso del Anillo Verde Ciclista en Madrid, tienen un parte para que las personas puedan andar y hacer ejercicio. Y a nadie se le ocurre que un peatón tenga que tener un impuesto por ello.
10.- Ningún país europeo tiene impuestos para las bicis
Por todos estos motivos y alguno más, en Europa ningún país carga con impuestos a la bici, y como hemos visto en el caso de Francia, hasta, por el contrario, se plantean subvencionar su uso. En cambio, el planteamiento de cobrar impuestos a la bici sí se plantea en Chiapas (México), como publica Veoverde. Precisamente Chiapas, un Estado mexicano con problemas sociales tan graves como la desaparición de decenas de mujeres en “extrañas” circunstancias se preocupa por gravar a los ciclistas. En este caso, realmente prefiero que nos parezcamos más a Amsterdam, Londres o París que al Estado de Chiapas.
En definitiva, por todo lo dicho aquí, casi iría un paso más allá y me preguntaría  si el sector del ciclismo no debería tener un IVA reducido por su contribución a ahorrar costes tan importantes y a tener ciudades más sostenibles y menos contaminadas.