Las medidas de la UCI de las que nadie habla

La  UCI ha aprobado la puesta en marcha de nuevas normativas que pretenden velar por cuestiones como la seguridad de los ciclistas y el respeto a la naturaleza. Como suele suceder, los medios se han centrado en las dos que más debate social suscitan, en concreto la prohibición de adoptar postura de contrarrelojista en carreras en línea y la de bajar sentado en el cuadro, ‘a lo Froome’.  En primer lugar os daré mi opinión sobre estas dos  medidas para después pasar a las otras normativas adoptadas por la UCI,  de las que prácticamente nadie habla.

Postura de contrarrelojista en carreras en línea

La prohibición de esta postura se basa exclusivamente en criterios de seguridad. La UCI no está intentando joder a los ciclistas que intentan arañar unos segundos adoptando esta postura, por ejemplo cuando van escapados. Solo intenta que por arañar esos segundos no acaben rompiéndose la crisma. Mi entrenador en cadetes, D. Luis Malo, ya nos decía que esa postura era muy peligrosa y que nos agarráramos abajo, sobre todo bajando. En la postura de contrarrelojista sin bici de contrarreloj, las manos no agarran el manillar. Por mucho control de la bici que tengamos, y damos por hecho que los profesionales lo tienen, cualquier imprevisto supone una caída asegurada. Un bache, un aficionado que se arrima más de lo debido, una moto que pasa demasiado cerca, son muchas las cosas que pueden pasar. Y lo peor es que con esa postura, el ciclista pierde la capacidad de reacción que sí tendría si llevara agarradas las manos al manillar en cualquiera de sus posibilidades.

Y no solo es un peligro  para los propios ciclistas profesionales, sino un mal ejemplo para los jóvenes, que siempre acaban copiando esos hábitos y reproduciéndolos en sus salidas incluso con tráfico abierto. Así que dejémonos de vainas, es una medida acertada  y necesaria.

Bajar a lo Froome

Algunos seguirán pensando que la carrera es abierta y que cada uno es libre de asumir los riesgos que crea conveniente. Pero no se puede poner en riesgo a otros compañeros porque la carrera sea libre. Esta postura, como comento, no solo es peligrosa para los demás corredores profesionales, sino para el resto de ciclistas imitadores, especialmente los jóvenes.

Postura sentado en el cuadro  horizontal para bajar

Con esta postura pasa lo mismo. Sin ir más lejos hace muy poco bajando un pequeño puerto por la zona madrileña llamada Cuenca del Guadarrama, me dio una pasada un ciclista que me dejó helado. Velocidad extrema entre curvas y postura ‘Froome’ en plena carretera con densidad alta de tráfico y baches por doquier. Esa postura se hizo famosa con un ataque de Froome en 2016 que sorprendió a todos sus rivales con una bajada espectacular que le acabó dando la victoria de etapa. Sí, Froome sacó unos segundos de más gracias a esa postura. Si queréis ver ese ataque y esa bajada de pelos de punta la tenéis aquí.  Pero es una postura peligrosa. Un errorque  se pagaría caro. Y entiendo que nadie quiere que se repitan imágenes como las que vimos con Casartelli. No, bajo ningún concepto.

La vida evoluciona. Antes los obreros de la construcción no usaban casco, después llegaron medidas que lo hicieron obligatorio. Por el bien de ellos, de sus familias y de la propia sociedad. Pues en este caso es lo mismo. Los ciclistas antes no llevaban protección en la cabeza, luego empezaron a llevar chichonera, y al final han acabado con el casco. Pues ahora toca el control de la bajada ‘a lo Froome’, o a lo loco, diría yo. No pasa nada, el espectáculo del ciclismo seguirá estando en los ataques, en etapas como la contrarreloj  Roglic-Pogacar del Tour 2020, pero no en ver cómo alguien se estrella. Quizás eso sea espectáculo para los futboleros del ciclismo, pero no para mi, desde luego que no.

Las medidas de las que nadie habla

Mientras las críticas a la UCI han arreciado desde todo lugar por estas dos medidas, mucho menos se habla de otras no menos importantes. Parece que solo tiene visibilidad lo que genera polémica. Mientras, las medidas que tienen consenso pasan inadvertidas, aunque sean tan importantes como las anteriores. Me refiero sobre todo a las nuevas normativas en materia ambiental, como por ejemplo:

  • El ciclista no puede arrojar objetos a la calzada.
  • Se habilitan espacios para la alimentación de los ciclistas, en pequeño ascenso y fuera de zonas urbanas.
  • Cada zona de alimentación deberá contar con un espacio para que los ciclistas desechen los residuos.
  • También se prohíbe el uso de aceras, calzadas o carriles bici fuera del recorrido definido, para evitar que algún ciclista logre una pequeña ventaja, al tiempo que pueda ponerse en riesgo a sí mismo, a otros ciclistas o a espectadores.

En definitiva, nuevas normativas que tratan de mejorar la imagen del ciclismo, tildado, con razón, de deporte poco  cuidadoso con la naturaleza y delatado por las imágenes de los ciclistas tirando a la carretera bidones, envoltorios de geles o casi cualquier cosa. Se trata de un paso adelante para un deporte que precisamente se define por su contacto directo con el medio ambiente. No dejemos que el ruido ensordecedor de la discusión de bar empañe la seriedad de un conjunto de medidas positivas no solo para este deporte, sino para la seguridad de todos y el cuidado de nuestro entorno.

Y aprovechemos el resto de ciclistas para tomar ejemplo y no tirar basura al campo, ni dejar tiradas nuestras cámaras pinchadas. Luego nos rasgamos las vestiduras cuando prohíben que pasemos por determinadas zonas, pero somos un colectivo muy grande, cada vez más, y no todo el mundo respeta el entorno con el que convivimos. Os invito a ver otro post de EntreGloberos sobre cómo practicar ciclismo cuidando del medio ambiente.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.