Las cubiertas de carretera más conocidas de la marca Michelín son las de la gama Pro Race. Pero, ¿qué pasa si utilizamos una gama más baja y menos costosa como son las Lithion 2? Tras haber usado estas cubiertas durante años os puedo dar respuesta a esa pregunta a través de las siguientes seis claves:Capacidad rodadora
Son unas cubiertas prácticamente lisas, sin llegar al extremo de las Pro Race, que no tienen nada de dibujo, las Lithion 2 presentan unas sutiles líneas diagonales a los lados que no oponen resistencia en el rodaje habitual, ya que la parte central sí que es totalmente lisa. Por tanto, tienen buena capacidad rodadora, no ejercen demasiada resistencia y en un uso no competitivo no restan velocidad.
Resistencia a pinchazos
Es una de sus virtudes con respecto a las Pro Race. Su banda de rodadura es un poquito más ancha, ofreciendo mayor resistencia a los pinchazos. No os puedo facilitar datos de cuántos kilómetros he estado con ellas sin pinchar porque no llevo la cuenta, pero sí tengo la sensación de haber rodado con ellas durante meses haciendo fondos de 100 y 150 kilómetros sin haber tenido que reparar pinchazo alguno. Desde luego con estas cubiertas se puede pinchar, no existe la cubierta infalible en este sentido, pero al menos se tiene que dar un componente de cierta mala suerte, especialmente cuando no tiene mucho desgaste.
Duración
Son cubiertas duraderas, sin duda mucho más que las Pro Race, que al menos en mi experiencia, se gastan muy rápido, especialmente la que va en rueda trasera. Las Lithion 2 tienen la zona de rodadura más gruesa, lo que proporciona mayor duración, aunque tampoco son la panacea en este sentido. Cuando llega el momento, le aparecen unos pequeños surcos en la zona central y ese es el aviso para el cambio. Como veremos en el apartado del precio, como son cubiertas baratas merece la pena no estirarlas demasiado y renovarlas en el momento en que aparecen esas pequeñas señales de desgaste.
Agarre
El pequeño dibujo que presentan en los laterales es muy útil para el agarre en curvas cuando toca inclinar la bicicleta. Se pueden considerar cubiertas seguras en condiciones de seco, aunque si alguna debilidad tienen es su agarre en mojado, ya que la esencia lisa de la cubierta no proporciona la mejor de las condiciones cuando surge la lluvia. Eso sí, si un día concreto hay condiciones de mojado tampoco son cubiertas que te obliguen a bajarte de la bici, ya que tienen un mínimo de agarre en mojado. Como ejemplo, yo bajé con una cubierta Lithion 2 trasera el puerto de Canencia en la Marcha Desafío Puertos de Guadarrama en una de las peores tormentas que he vivido encima de la bicicleta y no tuve ningún derrape, lo que dice mucho de ella en unas condiciones que fueron extremas. A pesar de ello, también es cierto que en el mercado hay otras cubiertas con mucho más agarre que las Lithion 2.
Montaje inicial
Es, en mi opinión, el gran defecto de las Lithion. Tienen un diámetro algo menor que el de otras cubiertas y montarlas cuando son nuevas es un verdadero suplicio. Yo en alguna ocasión he llegado a pinchar varias cámaras con los desmontables, me he desgarrado la piel de los dedos de hacer fuerza…en fin, una odisea. Una vez lo consigues, con el uso se van estirando y cuando ya pinchas en carretera y toca arreglar esos milímetros que se ha estirado son suficientes para no volver a pasarlas canutas. Pero el momento del montaje inicial es complicado, a veces las estiro ayudándome de las piernas en una escena ciertamente ridícula para tratar de ganarle algunos milímetros, pero últimamente he encontrado un truco mucho mejor: cuando las compro las pongo sin cámara en una rueda de carretera vieja que no utilizo. Como va sin cámara entra con cierta facilidad. Y, una vez puesta, como se va estirando ella sola, cuando me toca montarla ya se ha estirado esos milímetros necesarios para no tener que volver a pasarlas canutas.
Eso sí, el hecho de tener una longitud tan justa para entrar en la rueda provoca serios esfuerzos a la hora de retirarla cuando pinchas en carretera, especialmente si hace mucho frío y no tienes las manos muy operativas. Incluso he de decir que en alguna ocasión el esfuerzo por retirarlas ha sido tal que la cubierta se ha deformado y la he tenido que tirar. Ese, en mi opinión, es su gran defecto.
Precio y disponibilidad
Se trata de una cubierta barata. En la fecha en la que se ha escrito este post, en Amazon tenía un coste inferior a 20 euros, como puedes comprobar en este enlace.
Valoración final
Cubiertas que ofrecen una buenísima relación calidad-precio, ideales para el cicloturismo, incluyendo el competitivo (me refiero a las Marchas ciclistas, que se supone que nos son competitivas, pero todo el que ha estado en una conoce la Verdad). Para competir de verdad puede ser que sean un poquito toscas y que el peso tampoco sea el más adecuado. Pero para todo lo demás, una apuesta segura, por algo son una de las cubiertas superventas. Y eso a pesar de su lado negativo, esa estrechez que nos pondrá en dificultades y que puede acabar incluso con deformaciones y el final precipitado de una cubierta, que, en líneas generales, me convence.
La técnica del montaje en estas cubiertas es importantísima: apretando con los dedos de las dos manos desde el extremo opuesto a la válvula, y estirando al mismo tiempo como si quisieras alargar el perímetro. Al hacer esto (dos, tres o cuatro veces si es necesario), Los bordes van cayendo en el surco central de la llanta, cuyo perímetro es, lógicamente, menor que el del extremo de la llanta, creando de este modo una cierta distensión que debe ser suficiente para meter la cubierta sin necesidad de desmontables. Se necesita cierta fuerza en las manos, es cierto; pero, una vez más, más vale maña que fuerza.