Quintana ha repetido segundo puesto en el Tour de Francia y su juventud, su victoria en el Giro 2014, su espectacular tercera semana de Tour y su raza de escalador le convierten en el hombre de referencia cuando hablamos del futuro del la Grande Boucle. En un deporte como el ciclismo dar pronósticos es siempre arriesgado, pero al mismo tiempo es la oportunidad de analizar el pasado y proyectarlo hacia el futuro para establecer conclusiones que no pretenden ser adivinatorias, sino argumentadas.
Quintana en el Tour 2013 perdió más de siete minutos en una crono de poco más de 30 kilómetros. A pesar de esa pérdida y de que ayudó a Valverde todo lo que pudo Quintana acabó segundo en esa edición. Sí, eso fue hace tiempo, y debería haber mejorado. Efectivamente, debería. Pero resulta que en 2015 había una contrarreloj de solo 14 kilómetros en la que Quintana se dejó casi minuto y medio. Después Quintana tuvo la suerte de que el Tour 2015 no tenía ninguna otra contrarreloj, es decir, el Tour con menos contrarreloj desde los años 30. Y claro, en un escenario así cuando llegó la montaña y esa última semana de Alpes el colombiano recortó las diferencias con Froome hasta dejarlas en poco más de un minuto.
La gran pregunta es si Quintana podrá convertirse en el primer colombiano que gane el Tour durante los próximos años. En mi opinión, veo luz al final del túnel, como veréis al final del post, pero de momento estoy en la fase de túnel y lo veo difícil por varias razones:
Por las contrarrelojes
Porque la escasa contrarreloj del Tour de este año ha sido un experimento que muy probablemente no vuelva a repetirse. Y en un Tour con, al menos, una contrarreloj llana, Quintana perdería mucho tiempo, probablemente irrecuperable en la montaña.
Porque a Froome le queda cuerda para rato
Porque de momento Froome sigue demostrando ser el más fuerte de esta época en el Tour. Y le quedan aún varios años al máximo nivel. Sube muy fuerte hasta el punto de haber sentenciado el Tour 2015 subiendo sin necesidad de una contrarreloj, se defiende a la perfección en las emboscadas que se preparan en la primera semana (abanicos, pavés, etc) y, si hay contrarreloj, suele ser el mejor de entre los que aspiran a la general.
Por la primera semana del Tour
Quintana se ha integrado en un equipo fuerte como el Movistar que le defiende y le sabe conducir en las típicas etapas nerviosas de rodadores de la primera semana. Aún así, solo pueden ayudar a sobrellevar a Quintana el que es uno de sus puntos débiles más señalados, que sale a escena en momentos críticos, como etapas con viento donde se forman abanicos.
El espejo de Perico
Pero si bien lo tiene difícil, Quintana, en cierto sentido, me recuerda a Perico, que parecía también tenerlo muy difícil para ganar el Tour pero al final llegó 1988, se encontró con rivales de un nivel inferior al de otros años (Roche, o si nos remontamos más atrás Lemond y Fignon). Este factor y el hecho de que Perico se pusiera las pilas para mejorar contrarreloj le valieron finalmente ese ansiado Tour. Incluso corredores de menor entidad, como Sastre o Evans, ganaron su Tour aprovechando años y épocas en las que no había grandísimos rivales, me refiero a esos que marcan una época, como el falso Armstrong o los Indurain, Mercks, Anquetil o Hinault.
Pantani también lo tuvo muy difícil
El Pirata también era uno de esos ciclistas llamados a dar espectáculo pero a no pisar el primer escalón del Tour. Nunca tuvo un Tour tan favorable para un escalador como el que este año ha tenido Nairo, pero supo mejorar lo suficiente en contrarreloj para no quedar descartado para la general. Y al final su espíritu atacante le hizo destronar a un Ullrich al que parecía imposible ganar (año 1998). Pantani, por tanto, también lo consiguió. Obviamente, Nairo debe imitar a Pantani en lo estrictamente deportivo, alejándose de las oscuridades que rodearon al Pirata y que le llevaron donde le llevaron.
Actualmente Froome es muy grande pero no está a la altura de los más grandes. En algún momento llegará el final de su etapa y en esos años de transición, si no surge algún otro fenómeno, Quintana tendrá su oportunidad. Pero siempre que el colombiano sepa emular a Perico y mejorar contrarreloj para que su pérdida sea compatible con la victoria final.
Con todos estos condicionantes y matices, sí, creo que Quintana ganará algún Tour de los próximos años. Su oportunidad de ganarlo a corto plazo pasaría por que el Tour se volviera a liar la manta a la cabeza y organizara otro Tour sin apenas contrarreloj, algo que parece improbable. O no. El tiempo lo dirá. Y el propio tiempo nos dirá si Quintana gana un Tour.
Desde luego sería todo un hito para Colombia y estaremos atentos en años venideros a ver cómo encajan los recorridos del Tour con la forma de Quintana. Eso junto a la entidad de los favoritos marcarán cuándo podrá llegar ese ansiado Tour que un día España tuvo en las piernas de Perico.