Recorrido sorpresivo el de este Tour con 14 kilómetros escasos de contrarreloj individual y toda la montaña del mundo. Desde los años 30 no nos encontrábamos ante un Tour con tan pocos kilómetros de contrarreloj individual. Las dos contrarrelojes individuales del Tour eran ya parte de la esencia del recorrido. Solían tener alrededor de los 40 o 50 kilómetros para que los contrarrelojistas pudieran sumar tiempo y después tratar de defenderlo en la montaña. Hay que recordar, sin ir más lejos, los Tour de Indurain,en los que arrasaba en las cronos y sacaba un tiempo que nadie le podía restar en la alta montaña. Habría sido curioso y espectacular, por cierto, en la época de esplendor de Indurain, ver algún Tour como éste donde el navarro hubiera tenido que afrontar la montaña sin ese tiempo extra. Posiblemente hubiera ganado igualmente, pero desde luego habría tenido que correr de otra forma.
Un Tour con este recorrido requiere de formas de afrontarlo diferentes a cómo se ha venido corriendo en los últimos años. ¿Y por qué la organización del Tour ha hecho este recorrido? El motivo, en mi opinión, es que los franceses siguen con la espina clavada de no haber ganado un Tour desde que lo hiciera Bernard Hinault en el año 1985. Tres décadas son muchas para haber visto únicamente a Richard Virenque subirse al podio como segundo en 1997. Y en estas llegó 2014. Un año en el que las caídas de Froome y Contador dejaron el Tour más abierto que nunca y en manos de outsiders. En esas circunstancias el ciclismo francés logró colocar a dos de los suyos como segundo y tercero, ambos escaladores, el veterano Jean Cristophe Péraud y el joven Thibaut Pinot, respectivamente. A ellos hay que sumar Romain Bardet, que hizo un gran Tour destacando también en la montaña.
Pinot llega al Tour 2015 con 25 años y Bardet con 24. Dos jóvenes promesas que van a más y a las que una contrarreloj llana de 55 kilómetros podría dejar sin opciones de podio a las primeras de cambio. Si a este factor le sumamos que Contador ya no es el de los mejores tiempos y que Froome, si es batible en algún terreno por los franceses, desde luego ese terreno es la montaña, nos encontramos con un Tour hecho por franceses para franceses pero que puede beneficiar al que actualmente es, en mi opinión, el mejor escalador del pelotón internacional, el colombiano Nairo Quintana.
Nairo ha preparado el Tour a conciencia, este año es su objetivo número uno. Ha podido pasar mucho tiempo entrenando en su tierra y no ha corrido el Giro, por lo que a priori llegará a su momento álgido de forme en la segunda y tercera semana del Tour, plagadas de Pirineos y Alpes.
El corredor del Movistar tiene una mentalidad de hierro y sabe que un Tour sin apenas contrarreloj es algo que quizás no vuelva a repetirse en los próximos años. Sabe que esta es su gran oportunidad y hará todo lo posible por convertirse en el primer colombiano que gane el Tour. Algunos quizás pensaréis que mi apuesta es arriesgada dado que Quintana es justo el único de los grandes favoritos que no ha ganado nunca un Tour. Efectivamente, estoy de acuerdo en que quizás mi apuesta es algo arriesgada. Pero los que han ganado el Tour algún día llegaron al Tour sin haberlo ganado no?
Su talón de Aquiles puede estar en la primera semana. Su equipo tendrá que arroparle muy bien en la etapa del pavé y hacer una contrarreloj digna en la crono por equipos. Si consiguen llegar a la segunda semana sin grandes contratiempos es tanto y tan variado el terreno montañoso que Quintana lo afrontaría como favorito número uno.
Para ello tendría que superar a los que, en mi opinión, son los otros tres grandes favoritos. Todos ellos, exganadores del Tour.
Chris Froome lo ganó en 2013, subiendo es un auténtico crack aunque no es el mejor estratega y necesita estar pegado al pinganillo para saber qué hacer en cada momento. Este Tour tiene mucha emboscada en los finales, con finales en pequeños puertos, finales en bajadas, la etapa del pavé. En alguno de esos momentos sus rivales intentarán aprovechar cualquier detalle para atacarle en terrenos donde no cuente quién es el más fuerte, sino el más listo. Y el británico deberá correr con mucha atención para no dejarse tiempo en esos tramos. Aun así, desde luego, es favorito a la victoria y nunca se le puede descartar.
De Alberto Contador (recordemos, dos Tours legales en su palmarés) qué voy a decir que no sepáis. En el Giro se le vio alguna debilidad que delata que ya no es el corredor que arrasaba siempre a todos y en todas las etapas. Sin etapa contra el crono no se va a poder quitar de encima a los escaladores en ningún momento y el paso de las etapas puede ir mermando su condición física. Eso sí, esos finales extraños de ciertas etapas donde la bajada puede ser incluso más importante que la subida le dan opciones de sorprender a sus rivales sin necesidad de ser el más fuerte. Solo hay que recordar su ataque a Purito Rodríguez en al Vuelta (etapa de Fuente Dé) o el que protagonizó en al Ruta del Sol frente a Contador, ataques donde nadie lo espera que le han hecho conseguir victorias cuando quizás no era el más fuerte de la carrera. Veremos de qué es capaz el corredor de Pinto y cómo afronta la tercera semana tras dejarse la piel en el Giro.
Vincenzo Nibali demostró ser el año pasado un digno ganador del Tour, a pesar de que también tuvo la suerte de su lado, una suerte que le hizo perder a sus dos principales rivales, Froome y Contador, en sendas caídas. Que un rival se tenga que retirar por una caída ya es un factor a tu favor, pero si eso les ocurre a los dos favoritos ya es un hecho casi sin precedentes. Pero Nibali también demostró una fortaleza y un saber correr espectacular en la etapa del pavé y se supo defender de Contador mientras éste estuvo en carrera. Por tanto, Nibali tratará de demostrar este año que lo del año pasado no fue suerte, y cuenta con un terreno muy adecuado para él.
Purito Rodríguez no cuenta en casi ninguna terna de favoritos. El catalán no ha ganado ninguna gran vuelta de tres semanas a pesar de haber estado muy cerca varias veces en Giro y Vuelta. Se podría decir que en las contrarrelojes pierde hasta el nombre, de ahí que se le conozca por Purito y no por su nombre, que quedó en el olvido en alguna de las contrarrelojes llanas en las que ha participado. Pero, fuera de bromas, en un Tour con esta contrarreloj no se le puede descartar. Cuenta con varios finales de etapa hechos a su medida y eso le puede dar una posición de privilegio cuando llegue a la montaña más dura, donde se defiende perfectamente. Difícil es que gane, pero no le descartemos a las primeras de cambio en el Tour más adaptado a sus características físicas que nunca ha corrido.
Y los franceses, Bardet y Pinot son corredores emergentes en ascenso que estarán en su terreno,en su país y que querrán aprovechar esta oportunidad que les brinda el Tour. En mi opinión aspiran más al podio que al triunfo, pero ahí estarán dando guerra los dos.
El espectáculo desde luego está servido. Un Tour con tres ganadores y un Quintana vencedor de Giro ante su gran oportunidad. Diría que, a priori, de los Tours que más interesantes e igualados que se presentan desde hace varios años.
Y en penúltimo día, el ascenso a Alpe D’Huez, ¿os imagináis que ese día lleguen varios corredores con opciones de Tour? Sería apoteósico. ¡Bienvenidos al Tour 2015!