La alta montaña comienza con Madonna di Campiglio y se concentra en la tercera semana del Giro. Tras la jornada de descanso del lunes, el martes llega el épico Mortirolo, con final en Áprica (puntuable de tercera categoría). Y el viernes y sábado llegan los finales de etapa en Cervinia y Sestriere.
Contador parte con una ventaja importante. La contrarreloj, en la que Rigoberto Urán y Richie Porte estaban llamados a sacar ventaja a sus rivales para tratar de defender su renta en la montaña de la tercera semana, se quedó en un festival de Contador. “Ha sido una sorpresa para mi”, ha declarado el pinteño, pletórico, al terminar los 60 kilómetros contrarreloj.
Con la diferencia que tiene Contador, y habiendo demostrado que es el mejor en todos los terrenos, a priori le bastaría con una estrategia defensiva. Desde luego es el favorito número uno y tiene su segundo Giro al alcance de las manos. Aunque seguro que le tocará sufrir en una semana tan intensa. Conociendo su trayectoria, aunque le sirva la defensa, si ve flaquear a sus rivales, puede pasar al ataque para dar la puntilla definitiva al Giro 2015.
Su principal desventaja es el equipo, que ha funcionado muy bien en la parte inicial del Giro pero que en montaña tiene grandes carencias, como ha dejado de manifiesto la etapa de Madonna di Campiglio. En cuanto a los rivales, con Richie Porte y Rigoberto Urán sin opciones, su principal rival a priori debería ser Fabio Aru, que cuenta con un gran equipo en montaña y que, además, puede jugar con el buen posicionamiento en la general de Mikel Landa . Un dúo que tratará de ponérselo difícil a Contador.
Perfiles de etapa de la tercera semana
Lunes 25 de mayo- jornada de descanso
El Mortirolo se ha ganado a pulso su condición de puerto mítico del Giro. Siempre recuerdo aquella etapa de Indurain, Pantani y Berzin, una de las más bonitas que ha dado el ciclismo. El puerto tiene 12 kilómetros de subida con un porcentaje medio algo superior al 10%. Tiene tramos del 18% en el kilómetro 3; y del 20% en el 6. Es una subida intensa, sin descansos, muy dura.
Como siempre ocurre con esta cima, no se puede ubicar un final de etapa en ella, por lo que la carrera no acaba arriba, se baja el puerto y se sube a continuación un puerto de tercera, Áprica, donde acaba la etapa. Si algún corredor tiene fuerza para atacar en el Mortirolo (la cima está a 35 kilómetros de meta), la bajada y la posterior subida a Áprica pueden resultar un terreno adecuado para mantener el tiempo, ya que el puerto rompe al pelotón y es difícil que un equipo pueda organizarse en ese tramo final.
Miércoles – Tirano – Lugano (134 kms)
En pleno festival montañoso, la etapa del miércoles solo tiene un puerto puntuable de tercera al inicio. Está llamada a ser una etapa para escapadas de hombres alejados de la general o para una llegada al sprint, aunque como ha quedado de manifiesto en el Giro, una caída, un pinchazo o cualquier imprevisto pueden llegar en cualquier momento y nunca se puede hablar, a priori, de una etapa de transición, esa palabra innombrable delante de un ciclista profesional para evitar que se enoje con toda la razón. Además, al ser una etapa relativamente corta es previsible que se corra deprisa y sea una etapa nerviosa.
Jueves – Melide – Verbania (170 kms)
Un primer tramo de etapa llano da paso a un final complicado. El Monte Ologno es un puerto de primera categoría de unos 10 kilómetros. La mitad del puerto tiene pendientes medias del 10%, aunque también tiene un par de descansos. Se corona el puerto y solo queda bajada hasta la meta, por lo que se pueden producir ataques en ese tramo final.
Viernes Gravellona Toce – Cervinia (236 kms)
El viernes llega otro de los momentos duros del Giro. Con casi tres semanas de carrera en la piernas, la etapa tiene tres puertos de primera, los dos últimos, aunque sin grandes pendientes, muy largos, especialmente Cervinia, de unos 28 kilómetros. Aunque la pendiente no sea muy pronunciada, la etapa tiene 236 kilómetros y el puerto se le puede atragantar a más de uno. Desde luego, si a alguien a estas alturas le queda fuerza tiene terreno para el ataque.
Sábado – Saint Vicent – Sestriere (199 kms)
La penúltima etapa, que suele ser llamada a ser la segunda contrarreloj de las grandes vueltas se reconvierte en el Giro 2015 en un etapa de alta montaña concentrada en el tramo final, donde se asciende el coll delle Finisterre, cima Coppi del Giro con una altitud de casi 2200 metros, para subir después a Sestriere. La última oportunidad para el ataque, tanto para la maglia rosa, si es que a estas alturas sigue en juego, como para definir el podio o los diez primeros clasificados.
Domingo – Turín – Milán (178 kms)
Etapa festiva, llana como la palma de la mano, para que la maglia rosa pueda celebrar la victoria. Las calles de Milán están abocadas a ver finalizar el Giro con un sprint masivo.