Casi 200 bikers acudieron a la quedada anual de Arganda, conocida como “kdd Fin de Curso” y promovida por el restaurante Las Palmeras. El tiempo fue obligando a retrasar la cita hasta que finalmente la ausencia de lluvias durante la semana anterior al Día de los Inocentes, permitió que se llevara a cabo la última quedada biker del año. Justo en ese día, el 28 de diciembre.
Para interesados en acudir a esta prueba, voy a desglosar que fue lo mejor y lo peor de ella, para que lo podáis tener en cuenta en años venideros, sabiendo que se trata de una quedada multitudinaria, no de una Marcha organizada, y que , por tanto, cuenta con guías y con cierre pero no con un recorrido señalizado, por ejemplo.
En primer lugar, vamos con lo positivo, con lo que mereció la pena:
El caldito inicial
La salida era a las 09.00 y teniendo en cuenta la fecha, 28 de diciembre, os podéis imaginar el frío que hacía. Desde el restaurante repartieron a los asistentes un caldito muy caliente que nos hizo entrar en calor antes de comenzar a dar pedales. Algo muy de agradecer, y más teniendo en cuenta que al ser una quedada no hay que pagar nada y nadie está ni mínimante obligado a regalar nada. Todo un detallazo por parte de los promotores.
El aparcamiento
La zona del restaurante desde donde parte la ruta está ubicada en un polígono industrial con amplias zonas de aparcamiento. Por tanto, si acudís otro año, el aparcamiento nunca será un problema, especialmente si llegáis medianamente puntuales.
El biker escoba
Para los que prefieren ir a su ritmo y su ritmo no es demasiado ágil, no hay de qué preocuparse. Un biker escoba, de hecho llevaba una escoba real pegada en la espalda, y no era una inocentada, se encarga de cerrar el grupo en todo momento para que nadie se pierda incluso aunque vaya muy lejos del pelotón de cabeza. Esto hace de la Kdd Fin de curso una ruta apta para todo tipo de bikers, incluyendo los que están dando sus primeros pasos en el arte mountainbikero o aquéllos que no estén en la mejor forma.
El perfil del participante
Hay de todo, tanto si eres un biker avanzado como un novato o si tienes un perfil medio, la quedada es apta para todos, tanto a nivel técnico como a nivel físico. Siempre que, eso sí, al menos tengamos una mínima preparación para recorrer los aproximadamente 55 kms. del recorrido y para subir repechos en los que hay que poner el piñón más grande que llevemos.
Lo peor
Cuando se sale con una mountain bike por el campo en pleno mes de diciembre se sabe que por las noches hiela y que es probable encontrar barro y charcos. Pero si ese barro es arcilloso y se encuentra en cantidades de fábrica de chocolate, al menos en mi caso, la diversión pasa rápidamente a un escenario de preocupación y fastidio. Y eso fue lo que pasó en la última fase del trayecto. Unos 10 kilómetros de bajada hasta el carril bici de la Vía verde del Tajuña. La bici se llenó de barro en cantidades industriales, lo que me obligó a pasar rápidamente por el lavadero de coches para poder meterla en el coche con cierta dignidad. No conozco mucho la zona y seguramente no habrá otra posibilidad, pero una bajada por un recorrido alternativo con menos barro habría evitado esa “odisea en el espacio” final. Cierto es que también comenzó a llover justo en ese momento y eso fue una coincidencia que seguramente aumentó la cantidad de barro y empeoró la situación. Y eso es,obviamente, una cuestión ajena a los promotores.
También sugiero para otros años una cuestión relativa a la comida. El restaurante Las Palmeras organiza una comida de esas de cuchillo y tenedor, y donde la grasa es un elemento primordial. Yo no me quedé a la comida, pero se que muchos acudieron a la quedada solo por ella, por la que se pagan 10 euros y parece ser que incluye cantidades ingentes de comida y cerveza.
Pues bien, para otras ocasiones, hay participantes como yo, al fin y al cabo somos deportistas, que tratan de llevar una dieta equilibrada y baja en grasas. Y en plenas fechas navideñas, con todos los excesos que se cometen, algunos no estamos dispuestos a hacer un nuevo exceso justo al terminar una ruta que precisamente nos sirve como contrapunto a la Navidad. Quizás un menú alternativo un poquito menos cargado de colesterol habría servido para que alguno de los que nos fuimos escopetados nos hubiéramos quedado a comer.
El balance
Entre lo positivo y lo negativo, teniendo en cuenta que me considero con un perfil físico medio-alto y técnico medio, la kdd Fin de Curso de Arganda es una buena forma de acabar el año y de celebrar que, un año más, seguimos montando en bicicleta y disfrutando de nuestra pasión incluso en pleno invierno.
Además, quiero añadir que, desde el punto de vista comercial, me parece una iniciativa interesante. Una persona tiene un restaurante y, en lugar de invertir un pastizal en organizar o patrocinar una Marcha, simplemente fomenta una quedada sin ánimo competitivo y reúne a alrededor a más de 100 personas, muchas de las cuales se quedarán a comer en su establecimiento. El propietario del restaurante gana, y los bikers también ganamos, porque, nos quedemos o no a la comida, los promotores no obligan a ello, tenemos una mañana de ruta guiada en compañía para pasarlo en grande en plena Navidad. Por ello, mi enhorabuena a los promotores y les animo a que sigan repitiéndola en próximos años, con esos cambios que sugiero.
2 Comentarios
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Querido amigo Thor, permiteme corregirte, respecto a la apreciacion que tienes de la “KDD fin de curso de Arganda” esta quedada, en realidad se denominaba la quedada del Bule, un simpatico y cordial personaje con el que he compartido muy buenas rutas y divertidos momentos, esta quedada del Bule se produjo ya hace muchos años de forma espontanea, y tuvo un gran exito, y es tal que hasta la fecha se viene celebrando, pero es justo apreciar el merito a El bule, que dicho sea de paso es uno de los propietarios de Bike Arena, que en realidad son los que llevan la voz cantante, en cuanto a la verdadera organización de este simpatico evento.
Yo soy uno de los asiduos a esta simpatica quedada, denominada ultimamente Fin de curso, que por supuesto es gratuita, no se cobra inscripcion alguna, tampoco hay ningún tipo seguro, por lo que se puede participar alegremente en este evento, pero el punto entrañable de esta cita anual, que no es la unica por parte de Bike Arena, tiene todos los tintes de una celebracion en toda regla que se precie, y como tal celebracion, bajo un comedido costo de 10,00 € que coibra el restaurante Las palmeras te pones como el quico, y por alli corren a sus anchas las delicatessen del marisco de pocilga pues son epocas de celebracion, de hacer un repaso de las fantasticas e inolvidables jornadas encima de tu bici, de no haber sufrido lesiones importantes que te hayan mantenido en el dique seco, y en esta tesitura es momento de tirar la casa por la ventana, de darse al festejo y el condumendio hasta jartarse, y brindar como todos los años con la famosa “aguita amarilla” que una vez al año no hace daño, resacas aparte je, je,
Gracias por tu aportación Polyciclo. Y a ese personaje que citas, El Bule, por ser el impulsor de la KDD de Arganda, con la colaboración de ese restaurante que ofrece comilona a precio de saldo para los participantes.