Está claro que el Tour es la carrera por etapas más importante del ciclismo. Las dudas llegan cuando intentamos comparar a sus dos primas hermanas, el Giro y la Vuelta. La UCI otorga, de hecho, los mismos puntos a ambas vueltas por etapas, como podéis ver en este link. Conscientes de que decantarse por una y otra es entrar en el terreno de la opinión, vamos a explicar por qué la Vuelta es mejor que el Giro.
La Vuelta a España comenzó a disputarse en 1935, como os podéis imaginar coincidió con uno de los peores momentos históricos de España para organizar un evento de estas características. Pero fue saliendo adelante poco a poco hasta su consolidación.
El Giro tiene más historia que la Vuelta, ya que empezó a disputarse en 1905. Un punto para el Giro. De hecho, precisamente la historia del Giro es lo que sirvió para estar por delante de la carrera española durante muchas décadas. Por un lado, era la carrera preparatoria ideal para el Tour, por lo que tenía mejor participación que la Vuelta, más audiencias y más seguimiento.
Cambio de fechas de la Vuelta
La clave para basarnos en nuestra afirmación de que actualmente la Vuelta es mejor que el Giro se remonta al año 1995. Los organizadores de la Vuelta por fin fueron conscientes de que disputar la Vuelta en abril tenía serios inconvenientes: demasiado pronto para servir como preparación al Tour, demasiado pronto para evitar el frío y la nieve de determinados puertos, demasiado cerca del Giro…
El cambio a septiembre era arriesgado porque implicaba la posibilidad de convertir la Vuelta en el examen de septiembre del ciclismo, para que vinieran únicamente los perdedores necesitados de un gran triunfo para salvar la temporada. Pero quien no arriesga y no gana. Y este cambio fue vital para explicar por qué la Vuelta es mejor que el Giro.
Cómo mejoró la participación de la Vuelta
El cambio de septiembre conllevaba que era muy difícil que el ganador del Tour viniera a la Vuelta. Y más en un ciclismo con preparaciones cada vez más específicas. Ese obstáculo se quedó efectivamente en el lado negativo del cambio, pero lo positivo es que son más los corredores que no ganan el Tour y que podían venir a la Vuelta a ajustar las cuentas de su temporada.
También son muchos los corredores que pasan por algún contratiempo a lo largo de la temporada (caída, lesión…) que les impide acudir al Tour o disputarlo en condiciones. Y, para todos ellos, ahí está la Vuelta esperándoles a fin de temporada.
En 2023, por ejemplo, van a coincidir en la Vuelta un grupo de corredores dignos del mejor Tour de Francia: Vingegaard, vigente ganador del Tour; Roglic, vigente campeón del Giro; Evenepoel, vigente ganador de la Vuelta; Enric Mas, tras su caída en la primera etapa del Tour; Carlos Rodríguez, top 5 en el Tour; Juan Ayuso, otra de las joyas del ciclismo español; Carapaz, también caído en el Tour. Se podría decir que solo falta Pogacar, una participación de lujo.
Preparación para el Campeonato de Mundo
Aunque muchos afirman que una vuelta de tres semanas no es la mejor preparación para una carrera tan específica como el Campeonato del Mundo, la realidad es que el calendario casi obliga a muchos corredores a organizarse de esta manera. Y son muchos los que han tenido buenos resultados en el Campeonato después de haber participado en la Vuelta. Incluso los más puristas vienen a la Vuelta a prepararse durante dos semanas y luego abandonan para no llegar al Campeonato demasiado cargados. Pero eso permite que la Vuelta también cuente con grandes nombres en su haber de participación inicial.
Recorridos made in Spain
El nuevo ciclismo se puede decir que empezó con la Vuelta. Recorridos más cortos, finales con algún incentivo interesante incluso en etapas llanas, por ejemplo, incluyendo alguna tachuela en los últimos kilómetros, subidas a puertos imposibles como el Angliru, concentración de las etapas de montaña en los fines de semana, para que los trabajadores no se pierdan las etapas de mayor interés… Todo ello empezó en la Vuelta y después Giro e incluso Tour lo están replicando a tenor del éxito conseguido.
Abraham Olano es el principal encargado actualmente de organizar los recorridos de la Vuelta, dando continuidad a este criterio para conseguir audiencias más allá de los propios fans del ciclismo.
Por todo ello, la Vuelta está de moda. Y si bien el Tour siempre será el Tour, desde www.entregloberos.com nos inclinamos por la Vuelta como una carrera por etapas mejor que el Giro, al menos desde los años posteriores en que la Vuelta pasó a diciembre.
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yo creo que cualquier ciclista preferiría tener en su palmarés antes un giro que una vuelta