Durante años los ciclistas han demostrado ser partícipes de una misma comunidad saludándose entre sí. Una de las imágenes más repetidas en las carreteras españolas era la de ciclistas de diferentes grupos que se cruzaban en la carretera extendiendo la mano para demostrar así su pertenencia a un mismo colectivo. Es una manera de hacer grupo, de fomentar el compañerismo, de animarse mutuamente ante los peligros de la carretera y la vulnerabilidad del ciclista. Una manera de compartir la soledad del corredor de fondo para sentirnos más fuertes. Sin embargo, algo ha pasado en los últimos años para que esta costumbre esté poco a poco decayendo. No digo desapareciendo, porque el saludo entre ciclistas sigue sucediendo, pero la observación de mis salidas me dice que cada vez ocurre con menos frecuencia. La pregunta es por qué los ciclistas se saludan cada vez menos.
Y, como suele suceder, no solo hay una razón, sino varias. En este post voy enumerar las que considero más relevantes:
La masificación del ciclismo
Hay que tener en cuenta que la costumbre del saludo entre ciclistas proviene del principio de los principios de este deporte. Cuando lo practicaban cuatro aventureros que, al cruzarse, veían con entusiasmo cómo no eran las únicas personas que montaban en bicicleta. Con los años, el ciclismo ha ganado adeptos y, en la actualidad, se ha convertido, sin duda, en uno de los deportes de moda. Tanto es así que las grandes ciudades ya no se conciben sin carriles bici y son miles los aficionados que salen cada día a la carretera, especialmente los festivos y los fines de semana.
Y, en este sentido, hay que reconocer que la lógica nos dice que es normal que los ciclistas se saluden cada vez menos. Cuando te cruzas cada día con cientos de ciclistas es comprensible que no vayas saludando todo el tiempo. Acabaríamos como los miembros de la Familia Real, sacudiendo la mano sin ton ni son. Hay que entender que cuando te metes en un carril bici masificado, como puede ser el de Colmenar Viejo en Madrid en fin de semana, es inviable saludar a todo el mundo.
El uso de la tecnología
La tecnología se impone entre los ciclistas, como en cualquier otro ámbito, y la escena del ciclista solitario luchando contra viento y marea y con sus propios medios ha dejado paso a la del ciclista que lleva GPS y, posiblemente, otros dispositivos, como pulsómetro, potenciómetro o medidor de cadencia. Con todo ello, el ciclista actual va más pendiente de su arsenal tecnológico que de lo que tiene alrededor.
El desconocimiento de las tradiciones ciclistas
Antaño quien montaba en bici solía ser un apasionado de este deporte. Ahora, sin embargo, el hecho de que una persona monte en bici no le concede una singular pasión por este deporte. Quizás se lo haya recomendado el médico, posiblemente le guste el atletismo pero practique ciclismo simplemente para cuidar sus articulaciones. O quizás fue a Decathlon, vio una bicicleta que le entró por los ojos, y simplemente se la compró sin pensar mucho más allá.
En definitiva, muchas de las personas que montan en bici ya no son grandes apasionados por el ciclismo. Simplemente montan en bici. Y, por tanto, desconocen por completo las tradiciones, entre ellas la del saludo ciclista. Montan en bici como cuando salen a pasear por la calle. Sin más.
Como reacción a los pro del saludo
Pintadas en el carril bici como “Menos vatios + saludos” o “Saludar te hace ciclista” no ayudan demasiado a mantener esta tradición. En cierto sentido, están trasladando su forma de practicar ciclismo para que el resto las copie, pero sin explicar por qué los ciclistas se saludan cada vez menos, por qué sería importante mantener esa tradición o por qué no saludarse nos hace peores personas. Como reacción a esas pintadas y a ese movimiento de los ciclistas de toda la vida, los nuevos ciclistas han decidido ir a su bola, pasar completamente de esa ola de pro-saludistas, y preferir hacer oídos sordos a cualquier saludo que les llegue del otro lado de la carretera.
Sí al saludo pero con cierta lógica
Causas puede haber muchas más, pero simplemente he señalado las que creo que pueden tener una mayor incidencia en la observación empírica de que los ciclistas se saludan cada vez menos. En mi opinión, saludarse es una forma de promover el buen rollo entre ciclistas, de animarnos, de decirnos “Aunque vayas rodando en solitario, no estás solo/a”. Así que estoy a favor del saludo ciclista, total, no cuesta nada decir hola y somos un colectivo al que le beneficia estar unido para luchar contra las muchas injusticias que suceden cuando vamos encima de la bicicleta.
Pero también entiendo que circunstancias como la afluencia masiva de ciclistas en la carretera impide ir saludando por doquier a propios y extraños. Así que me quedo con un saludo lógico cuando te cruzas con ciclistas en carreteras menos transitadas.
Si queréis divertiros con un vídeo muy gracioso sobre el saludo ciclista, podéis ver este vídeo de nuestros amigos de GCN en español.
¿Qué opináis? ¿Seguís saludando siempre todo el tiempo? ¿O también reserváis el saludo a determinados momentos de vuestras salidas? Vuestra opinión siempre es bienvenida en EntreGloberos.com