Hablar de abandonar el ciclismo es, desde luego, un tema tabú entre los ciclistas. Cómo íbamos a pensar en dejar lo que más nos llena, nuestra gran pasión y hasta lo que nos define como personas. Al fin y al cabo, el ciclismo está presente en casi todas las conversaciones que tenemos, nuestro estado de forma nos proporciona salud y nada en el mundo nos puede arrebatar lo que nos hace felices. De esta forma, solemos ver nuestro futuro como abuelitos de 80 años con una salud de hierro montando aún en una bicicleta que seguiríamos cuidando como a parte de nuestra familia. Razones para dejar el ciclismo, sin embargo, hay muchas y variadas, unas dependerán de ti pero otras pueden llegar a tu vida como un bombazo imprevisto.
¡Pero que no cunda el pánico! No se trata de abordar las peores cosas que nos pueden pasar en la vida de una forma gratuita, sino simplemente hablar de un tema seguramente incómodo, que nos ayude a tener una visión global de nuestra relación con el ciclismo y que nos ayude a estar preparados ante la adversidad. E incluso, quien sabe, poder seguir montando en bici a pesar de que nuestras circunstancias no sean las más fáciles.
Cómo evitar el aburrimiento ciclista
Sí, el simple aburrimiento puede dilapidar cualquier carrera ciclista. Todas las personas que practicamos ciclismo vamos pasando por fases de mayor y menor motivación para subirnos encima de la burra. Los momentos de menor motivación nos pueden llevar a un bucle de pensamientos negativos que nos impulsen a plantearnos que ha llegado el momento de dejar el ciclismo. Sin embargo, hay muchas cosas que podemos hacer para no llegar a ese extremo, como salir de ruta acompañados, marcarnos objetivos a corto plazo para ir superando objetvos, ilusionarnos con un nuevo accesorio o hasta, por qué no, ¡una nueva bici! (aunque al precio que se han puesto las bicis, igual encuentras mayor motivación siguiendo con la misma!). En Bromontbiking nos ofrecen algunos consejos interesantes para recuperar la ilusión por el ciclismo.
El accidente ciclista que lo puede cambiar todo de un plumazo
El ciclismo conlleva riesgos para nuestra integridad. Lo queramos reconocer más o menos abiertamente, es así, Si bien es un deporte que nos ayuda a tener una buena salud de base, nos deja expuestos a una caída en cualquier momento y lugar que pueden hacer que todo cambie en un instante. Un perro que se cruza, como puedes ver en este post de EntreGloberos, un objeto en el suelo que nos desequilibra, una maniobra inadecuada de un coche, de un compañero, nuestra… Y en unos segundos toda nuestra vida puede cambiar para siempre. Cierto es que esto puede pasar también cuando nos subimos a un coche o haciendo bricolaje en el hogar, por poner dos ejemplos del día a día de casi cualquier persona.
No se trata de acojonar al personal, porque los accidentes pasan en un pequeño porcentaje y son graves en un porcentaje más pequeño aún, pero esos porcentajes también son personas, esas personas existen y no podemos tampoco obviar el riesgo que conlleva subirse a encima de una bicicleta. Parece que todos somos conscientes de ese peligro y lo asumimos sin pensarlo…hasta que ocurre algo y entonces llegan todos los miedos juntos.
Cómo enfrentarnos como ciclistas a la enfermedad
Las personas que hacemos ciclismo de fondo somos menos propensas que otras a padecer determinadas enfermedades, pero no somos ni mucho menos inmunes a cualquier tipo de enfermedad. Nuestros genes son inexcrutables y, si algo tiene que venir, quizás venga algo después, pero llegará. Y muchas enfermedades son incompatibles con la práctica del ciclismo, e incluso aunque sean compatibles, seguramente nuestra cambien nuestra escala de valores y quizás valoremos otras cosas por encima de montarnos encima de una bicicleta. O no, eso dependerá de cada cual…
cómo afecta nuestra profesión y horarios a nuestra afición ciclista
En un momento dado de nuestra vida hemos tenido un trabajo y unos horarios ideales para poder compaginar con la práctica ciclista, pero de repente llega un cambio laboral inesperado y nos cambia toda larutina. Normalmente siempre habrá algo de tiempo libre para seguir montando en bici, pero quizás no de la misma manera ni con la misma dedicación. En ese caso tocará hacer una evaluación de la nueva situación y readaptar lo que creamos conveniente para poder mantener nuestro hobby. Si no encontramos la manera o la motivación, entonces habrá llegado el momento de replantearse nuestra vinculación con el ciclismo.
Ese mismo cambio laboral puede suponer una reducción de salario que nos complique afrontar los gastos de este deporte. Desde luego , y más con el cariz que está tomando el ciclismo en los últimos años, montarse en una bici y todo lo que conlleva no es precisamente barato. Si a eso le añadimos una situación de desempleo , las dificultades para mantener nuestra afición pueden resultar insalvables y hacernos dejar el ciclismo.
cómo compaginar cambios familiares con el ciclismo
Tener un hijo, divorciarse o simplemente establecer nuevos acuerdos de convivencia con nuestra pareja son hechos que también pueden interferir con nuestra pasión ciclista. En principio cualquier cambio de este tipo debería suponer una readaptación y no una finalización de nuestra actividad ciclista. Pero habrá casos en los que un cambio de circunstancias vitales en el núcleo familiar puedan acabar dejándonos en el arcén de la carretera.
Este post no pretende ser alarmista ni invitarte a dejar el ciclismo, sino simplemente considerar que el ciclismo quizás no sea para siempre y que hay que estar preparados para afrontarlo en cualquier momento. Mientras tanto, disfruta de cada pedalada, saboréala y recréate en las sensaciones tan positivas que nos brinda este increíble deporte. De hecho, la felicidad seguramente esté hecha de pequeños momentos de disfrute como los que nos ofrece una bonita ruta ciclista.