Opinión sobre la luz delantera Knog PWR

La utilización de luces en ciclismo es ya una tendencia. Los ciclistas nos hemos ido concienciando de la importancia de hacernos visibles para salvaguardar nuestra seguridad. Si bien supone un nuevo desembolso que encarece nuestro ya de por sí carete hobby, las luces son un elemento cada vez más necesario y práctico. A continuación os voy a contar mi opinión sobre  la luz delantera Knog PWR, en concreto sobre el modelo Road para uso en ciclismo de carretera.

Más extendidas aún están las luces traseras, siendo la Bontrager la superventas, por algo menos de 50 euros. También hay otras alternativas, como la RayPal, bastante más barata y que cumple con su función perfectamente, a pesar de ser, sin duda, menos estética, como ya contamos en EntreGloberos. Todo no se puede tener en esta vida amigos.

Las luces delanteras aún no son masivas pero cada vez se ven más por las carreteras. Si es importante que nos vean por detrás, no es menos importante que  nos vean por delante. Y para eso la luz delantera cumple una función clave para la visibilidad del ciclista.

El problema  es que las luces delanteras con buena visibilidad para la carretera y que nos permitan ser vistos por los coches en largas distancias no son baratas. Es importante que sean luces diurnas y que tengan varias posiciones de luminosidad para que las podamos adaptar a las diferentes circunstancias.

Yo finalmente me decanté por la marca Knog. Una luz diurna que me está funcionando muy bien y de la que destaco los siguientes puntos tras dos meses de uso:

foco diurno ciclismo

Luminosidad para ser visto de día

Tiene potencia suficiente para que podamos ser vistos de día a más de un kilómetro. Sus 600 lúmenes son suficientes para cumplir con su función más importante.

Instalación sencilla

Una de las cuestiones a tener en cuenta al comprar una luz delantera es que se pueda instalar fácilmente en nuestro  manillar. El mío es de carbono y especialmente ancho, por lo que me preocupaba no dañar nada en la instalación y que el foco quedara fijo y seguro. Con el Knog Road PWR no tuve ningún problema. Un adaptador de plástico con un cierre fácil rodea el manillar y lo abraza con la suficiente fuerza como para que el foco quede instalado de forma segura.

En la instalación tuve algún problemilla para adivinar cómo hacerlo correctamente. Si os veis en la situación, no forcéis nada la pieza plástica y dedicarle la concentración suficiente para hacerlo sin romper nada. Una vez puesto, está hecho para durar. Yo soy un poco manazas, igual vosotros no necesitáis ni siquiera esa concentración.

Seis posiciones para adaptarse a las circunstancias

El foco puede ir fijo con potencia máxima, media o débil, o intermitente con destello máximo, medio o débil. Incluso tiene una posición fija que también da destellos. Las posiciones se cambian con facilidad y las puedes adaptar a las circunstancias. Cuanto más potente pongas la luz, menos tiempo de batería tendrás, pero incluso en la posición de mayor potencia te aseguras más de 4 horas de batería. Es un foco de buena calidad.

Cargador para el móvil dentro del foco

Sí, cómo lo lees, el foco se puede desmontar fácilmente y en su interior tiene un accesorio que me parece realmente interesante. ¡Un cargador para el móvil! A través de una entrada USB puedes conectar el propio cable con el que cargas habitualmente tu móvil. Se utiliza la carga de la batería del foco para cargar el móvil. Es un recurso que a priori no nos planteamos usar nunca, pero un día, en un imprevisto o una necesidad, puede sacarnos de más de un apuro.

Peso adecuado

Su peso está en torno a los 100 gramos, un peso apto para no excéntricos con el tema de la báscula. Desde luego a mi me merece la pena, consciente de que la única manera de no elevar el peso de mi bici es no llevar ni luz delantera ni trasera. Pero vamos, que yo ya no voy a ganar el Tour, puedo sobrevivir con estos gramos e incluso dormir por la noche.

La desventaja de la noche

En todo momento os he hablado de su funcionalidad nocturna. ¿Pero qué ocurre si queremos salir de noche con él? Pues aquí viene su principal desventaja en mi opinión, el haz de luz que proporciona es consistente pero no demasiado ancho. Para ver con el apoyo de la iluminación de una gran ciudad es ideal, pero  irte a una carretera en plena noche cerrada puede ser demasiado para este foco. En ese caso te servirá para ser visto. Pero no tanto para ver. Aunque esto lo he experimentado yo con el foco posicionado levemente alto pensando en ser visto a grandes distancias. Quizás bajándolo levemente podría cumplir también con esa función. Esto lo dejo para una futura actualización de este post.

Otra desventaja apreciable es el precio, no es una luz precisamente barata, pero sí te aseguro que aporta la calidad que se paga por ella. . Al menos en mis dos meses de uso en el momento en que estoy haciendo este post. En concreto, se pude encontrar a partir de los 50 euros aproximadamente, por ejemplo, en Amazon. Puedes ver más características en la propia web oficial de Knog.

En definitiva, es un foco que merece la pena, de calidad y que responde a las necesidades del ciclismo de carretera. Si lo has probado o has probado cualquier otro foco, te agradeceré que compartas tu opinión en EntreGloberos.

 

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